El proyecto BIOSOST-ESC, financiado por la Agencia Canaria de Investigación (ACIISI), Agencia Canaria de investigación, Innovación y Sociedad de la Información, se enmarca en la estrategia común de la Plataforma BIOASIS centrada en el sector de la Biotecnología Azul en Canarias.

Esta Plataforma pretende dar acceso a servicios, apoyo, asesoramiento y formación, con infraestructuras, instalaciones y equipamientos científico-tecnológico a entidades, empresas o emprendedores que estén buscando posibles ubicaciones para implantarse o desarrollar sus proyectos experimentales y/o novedosos en el ámbito de la acuicultura animal, y/o la acuicultura vegetal marina.

En base a este objetivo, el Área de Desarrollo Tecnológico-Industrial, situada en las instalaciones del Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) en Pozo Izquierdo, se está preparando para consolidar y garantizar un mejor soporte y apoyo logístico, científico y tecnológico a las empresas del sector que decidan alojarse o incubar nuevas unidades de negocio en estas instalaciones, proporcionando apoyo en la producción, procesado y post-procesado orientado a la acuicultura vegetal marina de microalgas.

Sin embargo, es esta última etapa, la de post-procesado, la que supone actualmente un gran hándicap, encontrándose aún en desarrollo. Este hecho obliga actualmente a las empresas a recurrir a industrias externas (muy deslocalizadas a nivel global) para post-procesar (con los sobrecostes y problemas logísticos asociados al transporte de dicho biomaterial).

Con la finalidad de solventar este gran inconveniente, el ITC se encuentra inmerso en el desarrollo de una nueva infraestructura científico-técnica pionera y piloto en Canarias. Esta instalación singular permitirá centralizar la actividad tecnológica e industrial emergente asociada al post-procesado a través de la implantación de una planta experimental de condiciones extremas (1000 bares) y una planta semi-industrial de un volumen considerable de procesado por medio del empleo de dióxido de carbono junto a cosolventes alimentarios. Todo ello, bajo criterios de economía circular, máxima sostenibilidad y mínima huella de carbono.